Hace 20 años, en un piso de la Calle Goya de Madrid nacía una pequeña empresa, pilotada por dos personas sin experiencia cinematográfica, y con escasos recursos. Pretendía producir, y vender a las cadenas de televisión, programas de contenido católico y familiar. Su fracaso parecía cantado… A la vuelta de dos décadas, esa empresa, Goya Producciones, con más de 300 proyectos realizados y millones de espectadores, se ha convertido en referente mundial de la producción y distribución audiovisual de inspiración cristiana.

“Para sorpresa de algunos, comenta su fundador y director Andrés Garrigó, a pesar del covid-19, el aniversario nos pilla trabajando a tope, con un documental recién estrenado: “Morir en Paz”, y metidos en el rodaje de dos largometrajes y un nuevo documental. Eso sumado a la rutina de doblar y distribuir películas y preparar otras producciones. En esta crisis, igual que en la anterior, no hemos reducido personal, sino que seguimos creciendo”.

“Es cierto -prosigue- que al cerrarse los cines por la pandemia, el estreno internacional de nuestro último largometraje “Corazón Ardiente” sufre un largo retraso, si bien confiamos en que su éxito está garantizado. Lo prueba la gran aceptación que estaba teniendo en las salas de España, y sobre todo en las de Polonia, donde se mantuvo cinco semanas en el top 10”.

En su primera época, Goya Producciones dio a luz diversas series de documentales sobre amor, familia y vida, tales como “La Cultura de la Vida”, sobre bioética, o “Sí Quiero” sobre la preparación al Matrimonio. Otras series nos adentraban en la Historia, como “El Origen del Hombre”, “Los Primeros Cristianos” y “El Siglo de las Reformas”. O en problemas sociales, como “Cristianos en la Sociedad”, que divulga la doctrina social de la Iglesia”. En el género investigación suscitaron especial interés “El Santo Grial” y “El Sudario de Oviedo”.

Otra línea de la prolífica Productora han sido los documentales sobre papas, santos, o siervos de Dios, unos por propia iniciativa y otros a demanda de congregaciones o instituciones. Goya produce también vídeos en múltiples formatos y variados temas, en especial de índole catequética o educativa como complemento de textos escolares.

En 2016 Goya Producciones dio el salto a la gran pantalla con la película “Poveda”, seguida de “Luz de Soledad”, ambas biopics de santos, premiados en varios festivales, y bien acogidos en cines de Europa y América. Después, la productora innovó con largometrajes que combinan la ficción con el documental, como es el caso de “Fátima, el Último Misterio” y “Corazón Ardiente”.

La mayoría de estas producciones se realizan en español e inglés. Varias de ellas han sido traducidas o dobladas al francés, alemán, italiano, polaco, eslovaco, húngaro, árabe, chino y ruso, entre otras lenguas.

Durante años estos programas fueron ampliamente distribuidos en formato DVD o Blu-ray en librerías, grandes superficies, y hasta en revistas del corazón. Ante esa demanda, Goya creó su propia tienda online llamada Encristiano.com, que ofrece a domicilio vídeos, libros y objetos religiosos varios.

En el mes de mayo, en plena pandemia, Goya creó su nueva plataforma de alquiler digital estrenosdecinedigital.com para complementar la exhibición en salas de cine y responder a crisis que impidan la asistencia del público al cine. La idea es que esta plataforma sea un lugar seguro para los estrenos de cine independiente de fe y valores.

La productora también colabora habitualmente con la Fundación Telefamilia, una entidad sin ánimo de lucro que promueve contenidos audiovisuales con valores. En esta línea Goya ha jugado un papel importante en el lanzamiento de Famiplay, la primera plataforma digital por suscripción en español que ofrece películas y documentales con valores, aptos para toda la familia. En ella puede verse casi todo el catálogo de Goya, junto con títulos de otras productoras de diversos países. Famiplay acaba de cumplir su primer año de actividad con muy buena respuesta del público.

“Hace 20 años, al encender aquella lucecita, no podíamos soñar que llegaríamos aquí. La llama sigue ardiendo, y se propaga, gracias un equipo formidable, muy motivado y, sobre todo, gracias a la ayuda de Dios. Sin milagros, todo pura Providencia ordinaria. Claro –bromea Garrigó– que con la “providencia ordinaria” colaboran con su ayuda bastantes personas”.

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