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Un joven soldado estadounidense acaba de ser gravemente herido. Sufre, pero está tranquilo. Con su puño cerrado, sucio de sangre y tierra, levanta un rosario… Para los directores Mariusz Pilis y Dariusz Walusiak, la historia de esta fotografía se convierte en inspiración para emprender un viaje de varios meses a través de los cuatro continentes para comprobar si – como dicen los católicos– el rezo del rosario puede cambiar el curso de la historia.
Mariusz Pilis y
Dariusz Walusiak
Diez años después de la invasión soviética de Austria, el país estaba al borde del caos, hasta que se empezaron a organizar cadenas de rosarios por las calles. Misteriosamente los comunistas soviéticos abandonaron Austria por iniciativa propia. Algo que no había sucedido antes, ni volvió a suceder después en ningún otro país.
Weyne Weible, un periodista americano dueño de un grupo de periódicos, viajó a Mendjugore en 1981 sin saber qué buscaba. Allí se convirtió, pero aún debieron pasar 5 años hasta que se bautizó y se hizo católico. El nos introduce en la siguiente historia…
Después del asesinato de Ninoy Aquino y la presión de la Dictadura del General Marcos, los católicos se revelaron. El Cardenal Sin pidió a los católicos que salieran a las calles y protestaran pacíficamente mientras rezaban a la Virgen. A esto se le llamó “La Revolución del Rosario de Filipinas”.
En febrero de 2014 el pueblo de Ucrania se levanta ante las injerencias Rusas en su país. En la Plaza Maidán, en medio de las protestas, un grupo de personas reparte rosarios y organiza una multitudinaria vigilia. Mientras los soldados disparaban, ellos no paraban de rezar.
Boko Haram es una de las organizaciones criminales más violentas contra los cristianos de Nigeria. El Obispo Oliver tuvo una visión en la que el Rosario acababa con Boko Haram. En nuestra visita conoceremos el testimonio de dos mujeres secuestradas por Boko Haram y que lograron huir gracias al rosario.
El 22 de marzo de 2016 tuvo lugar un gran atentado en el Aeropuerto de Bruselas. Allí se encontraba un monje franciscano que pensó en hacer rosarios con reliquias de mártires polacos. Con este motivo se comenzó una cadena de rosarios nacionales que se extiende por todo el mundo.
Inmaculée pasó 3 meses escondida en un baño junto a otras mujeres. El rezo diario del rosario consiguió que los rebeldes no les descubrieran y asesinaran, como al resto de sus familias.
Esta película comenzó buscando la historia de un soldado herido en Afganistan que corría con un rosario en la mano. Después de mucho tiempo conseguimos contactar con ese hombre, el cabo Blas Treviño, que nos invita a visitarle. Durante esa visita conocemos su conmovedora historia… y la de su abuela Maria Treviño.
La última historia es como un pegamento que une todas las demás. Desde las estepas nevadas de Kazajstán, donde 3 monjas de origen polaco rezan día y noche por que el mundo esté preparado para la segunda venida de Nuestro Señor, nos convencemos de la necesidad de vivir como buenos hijos de Nuestra Señora.